... Y la chica regresaba al bosque a oír historias, a veces nevaba, a veces llovía, y en aquellas tardes sus ojos se volvían de un gris tan claro que en ocasiones parecían blancos.

-Piedra y la chica de ojos azules-

Soplan Vientos de Cambio

Mi proyecto de novela sigue su curso, no creáis que lo he abandonado, aunque estos últimos días (¡mientes, bellaco!, ¡han sido semanas!) ha estado bajo el influjo de un dulce letargo debido a otros quehaceres que me han ocupado bastante tiempo.
Entre ellos:
- Sigo leyendo La Clave Gaudí. De vez en cuando me gusta leer libros así, pero que huelan a más rigor histórico-artístico que el Código da Vinci. Aunque, para mi gusto (y humilde opinión), son fáciles de escribir. Y es que parece que todos los sacan del mismo molde.
- A lo mejor me siento delante del portátil y lo que me sale no es un capítulo de la novela, sino un nuevo post para Scriptoria :) que también me sirve. A esto sumadles que me entretengo a leer muchos de vuestros blogs ;)
- Quehaceres de la vida cotidiana. Compras, salidas de ocio, familia, amigos... Necesito unas vacaciones que no voy a tener :(

En fin... quiero que sepáis que los personajes de mi novela me siguen acosando y me despiertan temprano los fines de semana (si no ellos el taladro del vecino) para que yo siga escribiendo sus vidas. Lucía me sigue rogando que me meta en su piel para sentirme igual de ultrajado que una mujer que ha probado las hieles del maltrato, Amadeo me suplica para que le divierta, le haga recordar lo olvidado y le aparte de su particular calvario, Samuel... bueno, Samuel está siempre queriendo que me vaya de juerga con él y que siga oyendo sus historias... pero ahora es el que menos me preocupa. Además no es mi alter ego :)

Muchos que leen Scriptoria me dicen que, de ninguna manera, me debo sentir un escritor frustrado. Pero entended que son mis personajes los que hacen que me sienta así y no mi forma de escribir, con eso, por ahora, estoy contento. Ellos son como animales feroces hambrientos que no me dejan en paz y siempre quieren más y lo mejor de mí. Y no les puedo, ni les quiero, abandonar. Hasta que no termine de parirlos seguirán siendo míos y tendré que seguir cuidando de ellos.

Por cierto, el Viento de Cambio que sopla con más fuerza es que me cambio de trabajo en unos días ;) Me da un poco de pena... pero sólo por tener que dejar atrás algunos compañeros de trabajo de los buenos, de esos de los que te hacen olvidar los malos momentos con muchas pinceladas de afecto y unas risas. Espero que sólo queden detrás los compañeros, no las personas. A esas desearía seguir conservándolas.

Y procuraré no abandonar Scriptoria. Promesa :D

Carta Escondida a mi Madre

Obra titulada "Las Tres Madres" de Atenea Crisoelefantina

Madre, hoy quiero poner en palabras lo que tú siempre me has dado en caricias y besos.
Hoy quiero decirte que tus mimos de madre los guardo muy adentro; en el mismo lugar, casi, donde atesoro tu cariño y anidan nuestros sueños.

Quiero decirte que me acuerdo...
de tus manos presionando tu seno, y de mis labios sedientos rozando tus pechos,
de todas las veces que tus dedos se enredaban en mis cabellos,
de tus abrazos colmando mis miedos,
de las sonrisas a medias rezumando en nuestros cuellos,
de nuestras risas de niños contentos...

Madre, hoy escribo todo esto porque es lo que, callando, gritamos con miradas.

Madre, hoy quiero decirte escribiendo, simplemente... te quiero.

Luke, el Dado y Puro Azar, vol. II

En realidad no queda mucho más por decir del modo de elaboración de este relato, todo lo podéis encontrar en el vol. I.

Sólo deciros que en lugar de finiquitarlo con un solo final decidimos hacer cada uno nuestro final y a través de una anotación al lector aclararle que tirase un dado de 6 caras para decidir qué final correspondía a la novela (1-2 Final I, 3-4 Final II y 5-6 Final III).
Como nota adicional os diré que hay una segunda parte del libro de Luke, llamada The Search of the Diceman, pero aún no se ha traducido al castellano. Una soberana vergüenza, vamos.

Y ahora un pedacito extraído del Capítulo III de Puro Azar, que fue titulado Lecciones de Limpieza.

...Bajó la ventanilla del coche para poder despejarse tras un día tan movido. Los semáforos se iban poniendo en verde según los alcanzaba. Genial. En pocos minutos llegó a casa. El sueño le arrastraba a la cama pero la obligación de echar un último vistazo al baño era mayor.

Abrió la puerta sin que sonara ruido alguno. Había limpiado la bañera y el suelo y no encontró ninguna huella que pudiera delatarle. Cansado se detuvo ante el espejo que le devolvió una imagen alentadora. Las entradas en su pelo moreno le daban un aspecto interesante. Le brillaban los ojos y todavía tenía una media sonrisa que cautivaba a su Raquel.

La media barba le daba un tono desaliñado, algo salvaje, muy de macho, muy de moda. Mañana se afeitaría. O quizá no. Depende del Dado.

¿Habré perdido la razón con esto del Dado? El día que fui a un centro de hombres aleatorios del Dado pensé que había descubierto la verdad, que había visto la luz, pero no sé si lo estaré llevando demasiado lejos.

Allí disfruté con la habitación de la cama redonda. O con la sala de los diez minutos de diferentes personalidades. Debería ponerme en contacto con el creador de todo esto, con Luke Rhineheart. Él podría asesorarme. O tal vez tiraría su Dado para contestarme. ¿Estaré siguiendo las ideas de un loco o de un genio? Es igual. Me siento bien. Cuando el Dado me abandonó creí enloquecer. No quiero perder la segura aleatoriedad de mis actos. Y he conocido una nueva cara de Raquel. Maravillosa, con derivación del Dado, la Moneda. Debo decidir algunas cosas y mañana puede ser tarde. ¿Tiro ahora el Dado?, le preguntó a su imagen.

Salió del baño y se desplomó sobre el sofá. Bolígrafo en mano comenzó a escribir las opciones:

1.Enseñar a Raquel y a otras personas las excelencias del Dado.
2.Tener una personalidad cada media hora durante una semana.
3.Contactar con Luke Rhinehart.
4.Abandonar el Dado y entregarme a la policía.
5.Abandonar mi trabajo de publicista y partir a la India.
6.Contarle los dos asesinatos a Raquel.

De nuevo Él dictaría sentencia. Sin adornos, sin oraciones, sin florituras tiró el Dado. Un tres.

- Joder. A ver cómo coño encuentro yo a Luke - dijo en voz alta.
- ¿A quién? - preguntó Raquel desde la puerta del salón, con su media melena castaña despeinada y un tanga minúsculo.

En el borde de los sueños

Anoche ella apareció de nuevo en mi sueño. La verdad es que resultó curioso porque hacía casi un año que no soñaba con ella.

Yo estaba en un restaurante enorme de baldosas ajedrezadas y barra infinita, un restaurante americano de carretera. Ni mi amigo Robert, ni John, el corredor de bolsa... ni siquiera Nick ojos azules quisieron acompañarme en el sueño. Tan solo las caras hambrientas de los desconocidos pululaban junto a la mía por el restaurante, algunas en busca de un lugar donde aposentar un buen rato sus hambrientos estómagos.

Al acabarme mi plato pagué mi comida, dejé libre la mesa para otros y me acerqué a la barra a pedir un café bien cargado para poder continuar a bordo de mi cadillac blanco descapotable del 65 con mi viaje de ensueño a alguna parte desconocida.

Entonces la vi. Estaba sentada en la barra delante de una taza de café humeante, leyendo un libro de tapas blancas de borroso título, todo era vaporoso excepto ella, que sobresalía como una reina de piel blanca y cabellos oscuros enfundada en un vestido negro sobre el tablero de losas ajedrezadas. La taza blanca, el café del color del cielo nocturno, su piel clara, sus ojos azabache, las losas... ¡ella y yo!, ¡tantos contrastes...!

Caminé torpemente hasta donde estaba y dije:

-Hola. Me encantó el libro que estás leyendo.

Ella desvió su mirada eterna desde las páginas y se perdió en la sonrisa que le brindaba.

-¡Ah, eres tú! Pues sí que has tardado mucho en volver a aparecer en mis sueños-dijo sonriendo-.¿Qué tal te va todo?.

Estuvimos un rato bebiendo café y hablando de los sueños dentro de los sueños, de por qué extraña razón no nos hablamos la primera vez que nos encontramos y de los personajes del libro; de hacia dónde caminarían al acabar la historia. Nos lamentamos porque nunca atravesaban la frontera y se fundían con nuestros sueños.

El lugar fue quedando vacío hasta que sólo quedamos ella y yo con nuestras risas y un camarero en blanco y negro secando vasos con un paño de cocina. Entonces me acerqué a sus labios y los rocé con los míos. Ella dijo:

-Por favor, aquí no, vayamos a otro sitio...

Pagamos los cafés y salimos veloces. Ella sonrió al ver mi cadillac blanco, dijo que era precioso, como un pedazo de luna, y le abrí la puerta para disfrutar de cerca unos segundos cómo se regocijaba sobre la impoluta tapicería.

-Quiero llevarte allí donde está el borde de nuestros sueños-dije-. Es un lugar precioso donde podremos encontrarnos más veces sin que nadie nos vea.

Conduje mientras el viento mecía nuestros cabellos y las risas se llevaban las palabras dejadas en el filo de unos besos. Conduje hasta que el sol tornó de dorado los blancos y los negros y todo parecía más bello e inquebrantable. Entonces paré el cadillac al borde del acantilado. Allí donde un baño de luz dorada se funde con el azul del mar. Allí justo donde acaban los sueños.

Allí mismo nos seguimos besando sin que nadie nos pudiera ver, mientras nos volvíamos seres bellos y dorados. Luego hicimos el amor hasta la extenuación y nos dormimos soñando con un nuevo lugar para encontrarnos.

Al amanecer ella despertó primero.

-Lo siento, cariño, pero ha llegado la hora del adiós-dijo triste.
-¿Volveré a verte?-pregunté.
-No lo sé.
-La próxima vez aquí, no lo olvides, en el borde de nuestros sueños-dije mientras acariciaba su pelo.
-Hasta pronto, Mary-dijo ella mientras salía del cadillac.

Luego todo comenzó a desvanecerse y la luz de un nuevo día hizo que abriese mis ojos cansados. Ella ya se había ido y allí, junto al acantilado, yo había dejado mi cadillac, aparcado junto a su nombre para que nadie los viera, justo en el borde donde acaban los sueños.

Castilla en el Corazón

A veces, paseando por las calles de las ciudades que visitas, te topas de improviso con pequeñas maravillas. En este caso me ocurrió en el Monasterio de San Juan, en Burgos. El claustro de este semi-derruido monumento se ha reutilizado como sala de exposiciones y cuando lo visité había una exposición titulada Diálogos en Color. Las obras estaban realizadas por chicos autistas de diferentes países y al final del recorrido podías votar tu favorita para que recibiera el Premio del Público.

El autismo es un mundo aparte. Sólo hay que leer un poco en Internet para comprender de qué va el tema.

En los viajes hay muchas cosas que acaban por llegarte muy adentro pero a mí, fuera de ser los grandes monumentos o lo más pomposo lo que me despiertan las sensaciones más auténticas, me llegan este tipo de peculiaridades. Como en París me llegó la mirada de aquel veterano de guerra, algo que podrías encontrarte en cualquier rincón de tu país, pero quizás por ser en ese entorno, y justo en ese momento, se hace especial y único.

Esta obra en cerámica se titula Árbol y es de un artista llamado Amilcar Mahala. Lo único que sé de él es que es portugués, tiene 28 años y vive en Lisboa. Por internet pude ver otra obra suya y me da igual que sufra de autismo, yo me quedo con que es un artista y su obra es un verdadero diálogo en color.

A todo esto quería decir que este año se cumple el VIII Centenario del Cantar de Mio Cid y para la ocasión se ha abierto una exposición en la Catedral de Burgos llamada El Cid, del Hombre a la Leyenda. En ella se recrean las formas de vida, relaciones y creencias de las tres comunidades presentes en la Península Ibérica entre los siglos XI y XIII.

No tengo fotos porque no dejaban sacar instantáneas de nada, ni tan siquiera sin el castigador flash. Así que me quedé con las ganas de fotografiar la Tizona de cerca. Un guardia no se despegaba de ella en ningún momento, como si fuese un símbolo que alberga un poder sobrehumano o un cetro de gobierno inaudito. La empuñadura data del siglo XV aproximadamente, por lo que nunca había sido empuñada por el que llamaban El Campeador, pero la hoja es la original.

Me recreé en ella no porque sea un admirador de aquel fabuloso guerrero, ni siquiera porque me gusten las armas, sólo quería hacerme una idea de la de vidas que había cercenado y de por qué tenía que ser tan venerada como un objeto sagrado.

La verdad es que, si tengo que elegir, me quedo con el Árbol de mi amigo Amilcar de Lisboa.

P.D.: El próximo día... un relato corto escrito para el Blog.

Castilla en fotos

Os pongo algunas fotos que hice en mi viaje de principios de este mes.

Ávila desde los Cuatro Postes:
La Catedral Vieja y Nueva de Salamanca: Dentro de la torre de la catedral de Salamanca se ha dispuesto una exposición que hace la subida mucho más amena. En ella se explica la historia de las catedrales y de buena parte de la ciudad. De todo lo que se exponía a mí me llamó la atención este detalle. Un sello de plomo de Benedicto XIII que data de 1395: La portada de la Universidad de salamanca, donde aparece la famosa rana. En la foto aparece pero os advierto que es difícil encontrarla. Un suplicio, vamos ;): La Casa de las Conchas y su patio. Lo mejor es verla a diferentes horas del día. Los colores y las sombras cambian dependiendo de cómo incida la luz del sol sobre ella. De todas las que hice a mí me gusta la siguiente foto: Una exposición de álbums antiguos ;) mi lado "freakie":La catedral de Palencia es conocida por "la bella desconocida" porque en su interior esconde tesoros verdaderamente hermosos. Del exterior fotografié estas dos "gárgolas":

Del interior su maravillosa cripta (de San Antolín) esconde estas impresionantes columnas de un templo visigodo:
Una cosa que no podéis dejar pasar si visitáis la zona es acudir al pueblo de Baños de Cerrato, está a unos kilómetros de Palencia y allí podréis ver la Basílica de San Juan. Es el templo cristiano más antiguo que se conserva intacto en nuestro país. Data del año 661 y fue fundado por Recesvinto. Una maravilla de la sobriedad espiritual. Guarda un misticismo único: La Catedral de Burgos al atardecer y su interior:
El Cristo Maestro que fue antigua clave de la primitiva catedral románica del siglo XII:
Una panorámica de la ciudad tomada desde el mirador del castillo: Y, para finalizar, un fantasmal detalle del Monasterio de San Juan (Burgos):De la comida y el vinito no quiero ni hablar ;) ¡Qué bueno todo! :D

Luke, el Dado y Puro Azar, vol. I

Ya os conté en anteriores posts que os hablaría de una pequeña locura llamada Puro Azar (llevada a cabo por dos amigos y un servidor).

Todo comenzó un día de cumpleaños en el que una amiga me regaló El Hombre de los Dados de Luke Rhinehart. Devoré el libro en cuestión de días, y no fueron horas porque saboreé cada soez y sucio capítulo como si fuera un animal sediento de lujuria que pide cada vez más y más para saciar un sentimiento desconocido hasta entonces.

El protagonista de la novela tomaba decisiones dependiendo del designio de un Dado (del resultado de sus tiradas). Muy divertido, e impredecible casi al 100%.

Mis amigos se leyeron el libro y el Dado fue el tema conductor de muchas bromas hasta el punto de tener la idea de comenzar a escribir un relato seguido por los designios del Dado.

La idea era la siguiente:
Uno empezaría a escribir (1-2 páginas) la historia de un hombre que usaba un dado para tomar decisiones, a semejanza del protagonista del libro, luego otro de nosotros continuaría el relato (hasta 3 personas). Y a continuación volvía a comenzar el ciclo.

Es lo que se ha llamado siempre un "relato en cadena". Con la curiosidad de que, cuando al protagonista le tocaba asignar acciones a cada tirada del dado nosotros tirábamos de verdad un dado verde (propiedad del loco que funda este blog :D) para ver por donde debíamos seguir escribiendo el relato. Demencialmente divertido.

En un e-mail consulté a los otros dueños del relato en cuestión sobre la posibilidad de poner trozos del texto en el blog y llegamos a la conclusión de que podría postear extractos, pero no el relato completo, que se extiende hasta poco más allá de las 100 páginas.

Pablo, en un e-mail, me escribió: "Utiliza ese texto para mostrar al mundo, submundo, lo que pueden hacer tres mentes alienadas por un trabajo basura y lo fantástica que es la mala literatura para volar y evadirse".

Y eso voy a hacer. Ahí va un pedazo de Puro Azar. El comienzo. Otro día postearé algún trozo suelto de otro capítulo de esta novela corta que escribimos hace años en nuestros puestos de trabajo basura ;)


CAPÍTULO I
THE DICE RULES

- Lo siento, tiré el dado y me salió un 2. Quizá el resultado es algo ilegal pero es que tenía que adjudicar dos posibilidades sobre seis de que le tocase a usted. Porque realmente ha hecho méritos. Llevo casi tres semanas esperando a que apareciera por la puerta... y ahora que ha venido... bueno, ya sabe.

El pobre hombre no hacía más que jadear, arrodillado entre el lavabo y el inodoro, con las manos atadas a la espalda y el mono de trabajo puesto y manchado de sangre. Levantó la cabeza y preguntó:

- Pero... ¿Qué le he hecho para que me trate así?... ¿por qué...?
- ¡¡Cállese o va a ser peor!!... si quiere que le explique...

Se volvió para cambiar la llave inglesa por el martillo de acero de doble cabeza... ¿o quizás sería mejor el serrucho?. Bueno, eso daba igual.

- Verá, llevo mucho pensando en esto y sus palabras no van a cambiar el destino que el Dado dictó en su momento – hizo una pausa -. Entiéndame, si salía un 1 le iba a tocar al conductor del 224, el muy cabrón no deja entrar a nadie más de la cuenta porque no quiere que vayan de pie. Con un tres la número doscientos ochenta y dos de la plataforma iba a amanecer amordazada dentro de uno de esos armarios que no se abren nunca porque nadie utiliza, por fea y prepotente. Con un 4... bueno, con un 4 lo hubiese tenido difícil porque no tengo ni puta idea de quién es el que ideó la herramienta informática con la que suelo trabajar. Un 6 hubiese estado bien... – dijo pensativo y mirando al techo- pero finalmente la papelera y la moqueta del departamento no serán bañadas por mis excrementos en plena hora punta... y, claro, sólo quedaban el 2 y el 5. Ya le dije que usted tenía doble probabilidad pero la verdad es que se lo ha merecido.

- ¡¡¡Está usted loco!!!- Quizás, pero usted nunca llegará a saberlo porque el Dado ha hablado y ha decidido que su tiempo ha llegado. Es su hora.

El hombre se abalanzó sobre el fontanero y no cesó hasta que todo el baño quedó salpicado de rojo y el fin de los jadeos acallaron el lugar. Sólo le quedó una duda: ¿Quién puñetas iba a desatascar todo esto?.