... Y la chica regresaba al bosque a oír historias, a veces nevaba, a veces llovía, y en aquellas tardes sus ojos se volvían de un gris tan claro que en ocasiones parecían blancos.

-Piedra y la chica de ojos azules-

Manual de Seducción

foto de aquí

Adelante. Está un poco oscuro con las velas pero a mí me gusta así. No tengas miedo, quería darte una sorpresa. Quiero que sepas que esta noche voy a escribir sobre tu piel una carta perfumada con el licor que emanas de tus besos. Una carta con las palabras que nunca te he dicho porque he preferido guardarlas para esta ocasión.

No quiero lanzarme sobre ti, yo soy muy cuidadoso, cariño. A mí, antes de besar, me gusta hablar mucho. Me encanta eso por sentir la emoción y el vértigo de perderme en tus ojos. Porque es imposible preservar esa sensación, ese preludio dubitativo de roces anterior a los besos, a hacerte el amor, y como no podemos atesorarlo lo quiero alargar ¿Entiendes?. Porque una vez que nos hayamos besado lo perderemos para siempre.

¿Sabes que llevaba mucho tiempo esperando este momento? ¿Esperando a estar a solas contigo?. Perdóname si me pongo nervioso, pero estás tan cerca que aún me parece imposible alcanzarte.

Siéntate, princesa.

Voy a poner música. ¿Te gusta Billie Holiday?. Escucha...



Acabo de abrir este vino francés para celebrar que estás aquí. Ten. Toma esta copa entre tus manos. Esta noche es sólo para ti y para mí.

Escucha esta canción mientras te hablo. Escucha bien a Billie... tiene una voz que te remueve las entrañas y te desgarra el alma, se te enquistará en lo más hondo y ya no te abandonará nunca. Es como un desfallecimiento romántico que se aloja bajo cada poro de tu piel.

Ya no quiero sufrir más. No sé si lo sabes, pero solía oír esta canción pensando en ti. He pasado demasiado tiempo solo y no quería estar con ninguna mujer que no fueses tú ¿entiendes?; incluso llegué a pensar que ya no te iba a volver a ver nunca más. Me he refugiado en el recuerdo de tus gestos, en tu rostro, en la mirada que tenía que ocultar cuando pasabas por mi lado y no me veías. Moría dejándome deslizar dentro de las voces del jazz. Sí, esta canción me trae recuerdos de cuando no te podía tener.

Sabes de sobra que ansío en silencio probar de tus labios el ardor del vino que estamos disfrutando; y mecer tus cabellos hasta que caigas rendida en mis brazos. Sabes que mi boca se desvive por recorrer con caricias tu cuello blanco, desde tu barbilla a tu nuca, allí sí podré hacerme trizas, en tu fragancia imprecisa.

Puedes quitarte los zapatos si lo deseas, cariño. Ponte cómoda.

Creo que ha llegado el momento de besarte; y voy a hacerlo porque ya no lo soporto más; porque creo haber conseguido guardar este maravilloso preludio en la caja de mis recuerdos; y podré vivir de él aunque llegue el día en que te vayas de mi lado para siempre. Te voy a besar porque no puedo esperar ni un minuto más para encontrarme hundido en ti, perdido en tu regazo. Pero antes quiero que sepas que yo no soy así. Este no soy yo, cielo... eres tú.

Tú eres la que me vuelve así, querida. Porque eres un auténtico y silencioso manual de seducción.

¡Ordena los Libros!

Anda que no recuerdo la de veces que mi madre me decía (cuando vivía con ella):

- Niño, a ver cuando me ordenas todos esos libros... ¡Hay que ver la de libros que tienes!

Y yo pensaba: "Si a mí me gustan así, amontonados en las estanterías". Eso le da un toque de intelectualidad que nunca he poseído. Pero nada, mi madre erre que erre, y yo en mis trece, sin bajarme del burro.

Yo estudié, y no es por darme bombo ni platillo, Archivística y Biblioteconomía entre otras cosas pero las ganas de catalogar los libros adecuadamente eran proporcionales a las que tenía de tirarme de lo más alto del campanario de la parroquia... por mucho que mi abuela paterna me cantase una y otra vez que tenía las patitas de alambre y no me haría sangre.

Pasaron los años y me vine a Madrid. Y mis libros se quedaron allí, en el sur, impregnándose de la sal que traía el viento del Atlántico y que se colaba por las ventanas.

Hace poco mi madre me telefoneó y me dijo:
- Nos hemos llevado la mayoría de los libros a la casa de campo.

Y yo:
- Vale, maíta, me parece mu bien.

Y cuando bajé para las Navidades pasadas todo estaba un poco cambiado, como más vacío de mí. Indagué entre lo poco que quedaba en las estanterías y encontré algo que no había visto jamás:

Comprobé que el prólogo estaba fechado en 1925. Luego hice lo que hago siempre con todos los libros que caen en mis manos: lo abrí por una página al azar y me lo acerqué a la cara para que, con la fragancia que guardaba entre sus páginas amarillentas, me contase algo de su vida. Los libros antiguos tienen un aroma único y éste olía a buró bajo llave, a madera cuarteada de hace décadas y a algo más que no llegué a comprender. En la primera página encontré esto:


Era un libro de texto de mi abuelo, un objeto que guardaba incomprensiblemente su perfume entre páginas... un libro suyo que había estado jugando conmigo al escondite durante lustros. Y hasta que dejen de jugar sus cartas de amor y su poesía esa rúbrica será lo único que conserve de su puño y letra.

Fotos: AdR

Estampa Daliniana

Ya publiqué en Scriptoria dos capítulos de El Mundo Donde Vivo (un relato verídico de vivencias). Fueron: Lo Más Bonito y Amenaza Nuclear. Ahora os regalo este otro...

foto de aquí

"Antes (durante los veranos de los 80) solíamos ir a pasar el día toda la familia a una playa de las afueras del pueblo: mis padres, mis tíos, mis primos... Como no teníamos coche teníamos que coger el autobús desde el barrio más cercano, también íbamos andando o en bicicleta. A mi tío J. le gustaba llevar los bártulos más pesados en su bici, y se iba muy temprano para montar la caseta sobre la arena. La caseta era un cubo enorme que había tejido mi tía L., como un gran dado con una de las caras abiertas a modo de entrada, dentro guardábamos las bolsas, las cestas de palma (que hacía mi abuelo) repletas de comida, las mesas y las sillas plegables. A mí me gustaba verla azotada por el viento, con mis tías dando gritos alrededor.

La playa estaba formada realmente por un brazo de mar que, a modo de río, horadaba el terreno. No era muy ancho aunque sí caudaloso, pero se podía cruzar a nado cuando la marea estaba muy baja. Ahora ya no ocurre... pero antes, los días en que soplaba un viento suave de poniente, una arena aromatizada de piñones, fina y blanca, bajaba del pinar hasta la orilla. A mi me gustaba andar por el borde de ella, del pinar a la mar.

Yo tenía diez años cuando, cierto día, nos dejaron un barco a motor para darnos un paseo por el lugar. Mi padre, mi tío J., mi primo y yo nos llevamos unos bocadillos y navegamos hasta el comienzo del brazo de mar. Paramos al otro lado de la playa, en una cala de arenas casi virgenes y aguas tranquilas. Nos quedamos mucho tiempo por allí, viendo cómo los lenguados y otros peces quedaban acorralados en charcos moribundos y el sol volvía de dorado las crestas de unas rocas lejanas.

Se hizo tarde y llegó el momento de volver, pero la marea había bajado y el barco a motor había quedado varado en la orilla como si una sirena de piel blanca y cabellos oscuros hubiese elegido ese lugar para morir y se hubiese arrastrado movida por la pena, a unos cinco metros del agua del mar. Nuestros esfuerzos por empujar la embarcación fueron en vano así que tuvimos que esperar unas horas a que el agua le devolviera la vida.

Para entonces el brazo de mar despuntaba ya bajo la luz de la luna y, tras veinte minutos de viaje logramos divisar la playa vacía. Pero allí estaba aún, el enorme dado que formaba la caseta en un desolado y oscuro paisaje, una escena como sacada de la cabeza de Dalí, con mis tías y mi madre a la luz de la luna, sentadas en unas sillas alrededor de una linterna agonizante, resignadas ante la necesidad del momento... esperando nuestro regreso."

Capítulo XII extraído de El Mundo donde Vivo, 2004.

El bostizo

foto de aqui

Si hay una cosa que antes me encantaba hacer era disfrutar en silencio de las conversaciones entre mi madre y mi abuela. A las dos las conservo, a la primera un poco lejos, en Cádiz; a la otra muy cerca, en el recuerdo. Así que la puedo abrazar y besar cuando yo quiera. Pero no quiero hablar de eso ahora, eso de recordarla así es algo que dejaré para otro día en forma de capítulo de El Mundo Donde Vivo, titulado La Estrella Fugaz.

Ahora quiero recordar risas y cada vez que quiero reirme a gusto y con ganas le digo a mi hermana que me vuelva a contar la conversación (pues sólo mi hermana estuvo presente cuando aconteció) que reproduzco más abajo. Una muy corta que tuvo lugar entre mi madre y mi abuela.

El escenario es un salón andaluz con un sofá y dos butacones enfrentados. Y mis tres andaluzas sentadas. Cada una en su sitio, cada una con sus cosas. Muy lorquiano estoy yo hoy :) Se va a romper la magia pronto, veréis:

Madre:
- Uy, que ya no me acordaba... el sábado que viene le echan el agua al niño de la Paqui.

(Silencio sepulcral).

Madre (de nuevo):
- Como se llamaba eso... coño, el bostizo... que no me salía.

Hermana:
- ¿Cómo?. Mamá, por Dios, se dice bautizo.

Abuela (completamente indignada, dirigiéndose a mi madre):
- Desde luego, hija mía, con los estudios que tu padre y yo te dimos de chica... parece mentira que no te aprendas las palabras. Bostizo es cuando tú abres mucho la boca.

Thinking Blogger Awards

Hace meses, casi desde el nacimiento de Scriptoria, mi amiga bloguera Iris me otorgó este premio:
Según las normas yo tenía que entregarlo a otr@s bloguer@s... y no lo hice, así soy yo :D
Pero después de todo este tiempo me he encontrado con historias que me hacen pensar, que me inspiran y me animan a seguir escribiendo; historias muy buenas, a las que te aferras con fuerza y muchas ganas, y no las sueltas por nada del mundo.

He elaborado un exquisito menú de 3 platos (cada uno de los 3 que pase, si quiere, a recoger su trofeo), todos igual de importantes por sus sabores, olores, esencias :

Primer Plato: Veinteañera. En cuanto entras en "Que 20 años no es nada" ya empiezas a percibir ese olor a cerrado y antiguo. Y desde la primera palabra entiendes que hay mucho de su escritora encerrado en cada historia.

Segundo Plato: Belén. Conociendo a la renovada "Mi Burbuja Transparente" igual ya te han otorgado la corona de pensadora bloguera, si es así te lo mereces doblemente entonces, por tus entradas tan visuales. Las fotos, con tus palabras, ganan mucho más significado.

Postre: Pati. Porque sus dos blogs son un bálsamo para el espíritu, una mina de inspiración y un filón del que se desprenden hebras de sonrisas (pase lo que pase). Te lo mereces, shavalilla. Te corono pensadora del mundo mundial :D

Lo siento por los demás, por los chicos sobre todo... :) es que creo que en la blogosfera ellas nos superan en número, y en calidad de la buena ;)

Perezoso Golden Blogs

El otro día iba yo por el paseo marítimo de Cai, con mi libreta roja roja, hablando en alto. Y se me acerca uno y pregunta:

- ¿Qué hace, pishita? Ojú, no ta tú loco ni na... hablando solo... shalao perdío, vamo.

Y le digo:

- Que me estoy estrujando er coco pa sacarme un relatillo de 50 líneas na ma, pa un concursito, tú sabe...
- ¿Y por qué no escribes un pasodoble de carnavá, cojone? Ahora que es ya tiempo de carnavale...

Tú seguro que tiene sentimiento pa eso... joe, se te ve.

- ¿Ah, ji?
- Aro ("claro" en gaditano).
- Es que yo nunca he probao a ponerme así... to poético, no sé. Y nunca he escrito un pasodoble.
- Ojú que tonto ere, pisha, mira alrededó, ¿qué ve?
- El océano, mi bahía.
- ¿Y qué ma? Mira allí, junto a la roca, donde ma pega er viento.
- Un pequeño montón de recuerdos.
- Po yasta. Escribe, escribe... canijo.

Pues eso, escribid, escribid.

Que el concurso de los Perezoso Golden Blogs va a comenzar en breve y se acaba el plazo de inscripciones. Esta es la mía.

Y mirad todos los que hay inscritos:

El Bufon Digital.Ver entrada.
Crónicas desde la ataraxia.Ver entrada
Desde el puerto. Ver entrada
Paseando por Terra. Ver entrada.
Reviews gratis.Ver entrada.
El Rincón del Blogodependiente .Ver entrada.
La mirada escrutadora. Ver entrada.
Actualidad Pura.Ver entrada.
Puta Bohemia.Ver entrada.
BLOGus. Ver entrada.
VIP.Ver entrada.
Letras en libertad.Ver entrada
Noticias Informales . Ver entrada
Preludios.Ver entrada.
La voz de una gata.Ver entrada
Scriptoria.Ver entrada.
Gangs of the blog.Ver entrada.
Mis Dias.Ver entrada.
Cuanta bondad.Ver entrada.
Papelón con limón.Ver entrada.
Moliere,un perro en la red.Ver entrada.
Bendita Casualidad.Ver entrada.
Nuevas formas de educar.Ver entrada.
Un día de tanto no verte te vi.Ver entrada.
Mas cuento que calleja.Ver Entrada.

El Hombre Sin Tildes

Esto es un cuento.
Pero no puede empezar como tal porque los cuentos empiezan con una palabra: Erase.
Y el hombre de esta historia no puede escribir tildes.

De este modo el hombre no podia tumbarse en el sofa para ver una pelicula, ni una cosa ni la otra por separado.
No puede escribir "poder" en su tiempo pasado... no tiene pasado. Por lo tanto este hombre decide vivir el presente, pensando.

Escribir sin tildes tiene sus cosas buenas. Jamas te invade la colera, ni haces preguntas dificiles, tampoco faciles... entonces el hombre sin tildes se queda callado cuando tiene dudas sobre algo, aunque le encanta responder a tus inquietudes y sueños.

Otra cosa agradable es que nunca obtienes un no se de sus labios; este hombre es, a su modo, sincero y travieso, divertido, humilde y ufano.

No sabe de tetricas carceles ni de pasillos preteritos, sordidos, aridos; no conoce lo perfido, torrido o toxico...
Y se pierde en su llanto por no poder pronunciar magico, intrepido, magnifico, portico, gracil, jubilo, enfasis, atico, ¡animo!, candido, bonachon, diafano...
...
tu.
Se pierde por ti.

Por eso, a veces, llora desconsolado. Y porque nunca puede alcanzar el oceano, ni ver los relampagos, aunque puede mirar en tus ojos y viajar en ellos para contemplar al sol durmiendo sobre un horizonte dorado...
...y gaviotas volando...
...y puede oler tu perfume, que llega en los vientos al hombre acunado.

Pero lo verdaderamente complicado para el hombre sin tildes es responder con un si a las preguntas que haces de buen grado. De modo que ha decidido cambiar el si por estas dulces palabras:

...te amo.

Y de esta manera sigue este cuento... hasta donde le lleves de la mano para llenar de besos sus labios.

Nota: Acorde al tono del cuento en los comentarios que este hombre escriba a esta entrada va a usar, por supuesto, palabras sin tildes :)

Una Pregunta Fácil con Respuestas Complicadas

¿Se puede un@ enamorar de un escrito?

"No, esperad, esta no es la pregunta exacta que quiero formularos".

¿Se puede un@ enamorar de todo lo que una persona escribe?

"Tampoco, parece como si me diera vergüenza formular la pregunta..."

¿Se puede un@ enamorar de los sentimientos que un autor pone en sus escritos?

"Ya me voy acercando, ya"

¿Se puede un@ enamorar del autor de los escritos llenos de sentimientos que un@ lee?

Y vuestras respuestas...

Duelo de Titanes

foto de aqui

El otro día iba yo sentado en la linea 1 de metro con mi libreta, escribiendo, claro... Se abren las puertas en Pacífico y entra él. Yo no podía dar crédito. ¡Era él! Se sienta enfrente de mí y se queda mirándome:

- ¡¿Qué?! ¿Es que no vas a decir nada? - pregunta violento-, ¡seguro que ya... ni me conoces!
- Claro que te conozco, Amadeo. No me he olvidado de ti - le digo al protagonista de mi novela.
- ¡Pues no lo parece! ¿eh? No lo parece...

Las caras anónimas del metro mirándonos, estupefactas.

- Y vas por ahí diciendo... mmmm, alardeando, que soy tu alter ego, tu yo paralelo, el yo que soñaste una vez...- seguía él con su sorna-. ¿Cuándo me vas a terminar?
- El otro día te acabé un capítulo.
- Uuuuuhh... un capítulo... un capítulo.
- Joder, tío, tengo el portátil roto y...
- Y por poco me dejas dentro, tostadito como una de sus piezas electrónicas.
- Ya he recuperado nuestra historia del discoduro.
- ¡Mi historia!- exclama alzando la voz.

Bajo la cabeza.Silencio resignado.

- Señora - dice dirigiéndose a la mujer cuasi octogenaria de su izquierda mientras le muestra una parte de su costado -. ¿A que no ve usted esto justo? ¡Es de juzgado de guardia, vamos!.

Amadeo se había levantado la camiseta y mostraba una parte de su costado, aún incompleto.

- ¡Uy, uy, uy, uy...! ¡Es usted un maltratador! ¡No tiene verguenza! - me dardea la señora.
- Yo...
- ¡Callese! ¡Tengo edad para ser su abuela! ¡Gamberro!.
- Miren, miren...y aquí me falta un trozo de memoria - dice Amadeo levantando una mata de pelo negro de su cabeza bajo la atenta mirada de todo el vagón.

- ¡Que despropósito!.
- ¡Insensato!.
- ¡Animal!.
- ¡En qué estará pensando!.

Esperé a que las voces se acallaran para comenzar a hablar.

- Amadeo, ese trozo de tu memoria lo llevo en esta libreta roja. En lo último que escribí pasó algo maravilloso y tú decidiste no estar presente para que tu madre fuese la única dueña del momento... Mira, te lo leo - abrí mi libreta y leí en voz alta.

A medida que avanzaba por párrafos del capítulo la memoria de Amadeo fue apareciendo, quedando a la vista de todos.

- Ya veo - dijo más tranquilo.
- ¿Lo ves? - inquirí - tienes que ser más paciente.
- ¿Puedo? - preguntó señalando mi libreta. Todos le miramos.
- Claro. Adelante.

Dio un paso y desapareció dentro de ella.

Mis Amigos de Siempre

31 de Diciembre de 2007. 15:33h aproximadamente. En un restaurante de mi pueblo. En plena Bahía de Cádiz.

- ¿Qué te "paza", "pisha"? - me pregunta R. en un momento en que estamos todos sentados en torno a una mesa -. Estás "mu callao".
- Que tengo un trancazo que no me aclaro, tío.
- "Ojú" cómo "ta" tú. "Enga" yaaa, tómate algo -. Me recomienda entre la algarabía de la mesa.

Que me tome algo, dice... Y yo con más de cinco cervezas sin alcohol y unas pastillas en el cuerpo, por culpa de este maldito resfriado que me ha querido acompañar en la última (casi única) cita anual con todos mis amigos de siempre.

Todos los años, ese día, quedamos muy temprano a desayunar y a recordar viejos tiempos entre risas porque nos vemos menos de cinco veces al año. Y quizás sean menos las que nos llamamos por teléfono.

- Estás "atontao", "pisha".


R., M., P., G. y los demás viven en el pueblo, y yo les envidio porque tienen cerca a su familia, tan cerca que están a 200 metros, mal contados, de un abrazo y muchos besos bien dados; sin necesidad de tener que soñarlo. Y por las tardes se pueden distraer paseando por la calle, comiéndose unas pipas y viendo pasar los mismos rostros de siempre, algunos nuevos quizás... pero pocos, porque en el pueblo son cada vez más los que marchan y menos los que pueden quedarse.

foto de aqui

- Come más ¿no?. Estás "desganao". Menudo trancazo "tas pillao pa" acabar el año, "cojone".

Y el escenario de fondo son unos astilleros castigados por la lacra del paro y el desconcierto de las contratas "basura"... desde la década de los 80 que dura eso, que ya ha llovido. Ya está bien, ya basta ¿no?.

- Jefe, tráele a mi niña un "fantita" de naranja. "Mushas gracia".

Unos se buscan el trabajo como pueden, otros languidecen bajo un manto invisible que se niegan a reconocer, un manto que dormita acariciado por las pocas olas saladas que besan las orillas de la Bahía. Creo que eso es lo que les da fuerza para seguir porque algunas traen los sueños escondidos en las redes de los pescadores y mariscadores a los que únicamente les queda un triste puesto de cartón o madera a la entrada de la plaza de abastos; allí venden lo que recogen de la mar (como la llaman ellos, porque yo creo que la mar es una mujer con una cabellera de bucles ondeando al viento de levante). ¿Es ese el futuro incierto de mi pueblo?

- Toma, anda, prueba una tortillita de camarones de los "güeno güeno" de verdad. Bebe, bebe.

S. y yo tuvimos que poner tierra de por medio para trabajar en unas condiciones aceptables. Y fuera tenemos nuestra vida (yo la seguiré poniendo en este blog)... un poco apartada de todo aquello, pero ambos sabemos que llevamos bien adentro, hundidos y enquistados en lo más hondo, unos trozos punzantes de cada rincón donde hemos crecido y una caja adornada de miradas que, al abrirla, deja escapar unos segundos de todas las risas que nos hemos echado a la cara.

- ¿Te acuerdas cuando comenzamos a jugar a los juegos de rol?, jajaja.

Anda que si me acuerdo, eran otros tiempos. Entonces sí que éramos libres y teníamos alas. Ahora también, pero nos falta eso que pasa raudo ante nuestros ojos... eso que llamamos Tiempo. De todas formas hay algo que me niego a perder... pase lo que pase.

- ¡Marchando unos cafés!
foto de aquí

...Y eso tiene mucho que ver con el título de este post...

Ya no es lo Mismo

Foto de aqui

Nota: Pido disculpas por la imposibilidad de poner tildes, es algo que me pone enfermo pero este teclado no las tiene :(

"Hay cosas que iras comprendiendo cuando te vayas haciendo mayor". Esta frase acababa siendo la respuesta definitiva a muchas de mis preguntas a partir de los 7 años. Y, efectivamente, hay cosas que se consiguen comprender, que no necesitan mucho esfuerzo por parte de nuestro entendimiento... pero yo, ante todo, soy una persona que vive recreandose en los recuerdos que voy atesorando desde muy pequeño. Algunos tardan en contestarme, pero todos lo hacen a su tiempo.

Ya no es lo mismo, antes la Nochevieja era la noche mas especial del año, ademas de verdad. Era la unica noche en la que siempre pasaba algo extraordinario. Nos reuniamos toda la familia en casa de mis abuelos y siempre tenia lugar alguna genialidad que inventaban mis padres, mis tios, mis primos...

Un 31 de Diciembre se me ocurrio hacer un sketch publicitario a modo de monologo y hubo risas, otro año mi padre invito a tanta gente que no cabiamos en el salon, ni siquiera de pie, y no consegui felicitar a todos en persona por el Nuevo Año... muchas de esas noches mi tio A. contaba chistes sin parar...

La mejor noche que recuerdo fue cuando mis tios, al son de las campanadas, sacrificaron no tomarse las 12 uvas para entrar en el piso de mis abuelos con una tele nueva ¡en color!. A mi abuelo le rodaban unas lagrimas del tamaño de las uvas que se comia.

La respuesta que encabeza este post ya no la oigo de boca de mis padres... tampoco les pregunto ya por que razon "ya no es lo mismo", porque lo se: Mis abuelos eran el nexo de union de toda la familia. Ellos fueron el nudo del que salian contentos los lazos de cariño que nos tendiamos los unos a los otros. Ahora que no estan todo se ha vuelto... calmado, ahora nos basta tender los lazos con un par de llamadas telefonicas, esas en las que no se dice lo que flota en el aire porque el viento se lo lleva y esconde... y, asi, parece que no damos la bienvenida al año sino que pasamos pagina y recordamos tiempos preteritos como si hubiesen sido mejores.

Y es que realmente lo fueron. Vaya si lo fueron.