... Y la chica regresaba al bosque a oír historias, a veces nevaba, a veces llovía, y en aquellas tardes sus ojos se volvían de un gris tan claro que en ocasiones parecían blancos.

-Piedra y la chica de ojos azules-

Burn, baby, burn!


Nirvana - Come As You Are

Pueden llamarme asesino si quieren, pero es que toda esta gente merece morir.

Realmente han hecho méritos para ello. Y no es porque sean sólo del tipo de personas que se comprarían un Volkswagen Golf para pegarle en su parte trasera las letras I, T y O, o de esas que conducen un camión y en un lado de la cabina cuelgan estampas de Nuestra Señora Madre y en el otro sucios almanaques de mujeres desnudas.

Apostaría ante una hoguera todos los ligna crucis del mundo a que además se hacen llamar cristianos, cofrades, o hermanos... ¡Ellos!

Aquí estoy, viéndoles pecar, viéndoles besar a otras mujeres que no son las suyas, mientras me acabo el cortado y ellos piden más copas, y la camarera se las sirve hasta rebosar, y ríen con su estridencia insoportable, por encima del murmullo y de la música del pub. Y pensar que hace tan sólo media hora salieron de la Casa de Dios, tras haber comulgado y juntado las manos en señal de... de falsa adoración y rezo, de inexistente afecto divino.

Merecen morir, por eso vine esta tarde aquí, con mi maletín. Acabo de dar el último sorbo, acabo de rezar por sus extraviadas almas, ahora ya sólo me queda salir de aquí tras activar el temporizador.

*foto de aquí.

Sobre la Maldita Idea de No Volver a Verte



Voy a echar de menos tus bromas, sobre todo aquella en que me decías que a mí no me hacían falta dos pechos para estar guapa, que me iba a quedar uno que valía por dos, o por tres, o por los de aquella mujer del puesto de verduras de los viernes. Me llamabas amazona, y eso que yo de guerrera he tenido poco. Bueno, eso he creído siempre.

Eres encantadoramente incorregible.

Y es que tú siempre has tenido cualquier tontería preparada para sacarme una sonrisa cuando a mí ya se me había olvidado la curva que tenían que tomar mis labios. La había sustituido por... bueno, ya sabes de sobra por qué.

Perdón por no dejarte un lugar, una tierra, una lápida o una urna donde aferrarte para verter tus lágrimas. Ya te dije desde un principio que yo me quedaría para siempre donde nos bañamos desnudos por primera vez, que mis cenizas reposarían mejor en la ola que eligieras de aquella cala escondida al pie del faro. Así podrás bañarte conmigo siempre que desees.

A cambio sólo te pido que me erijas el monumento que quieras en el cementerio de tus recuerdos.
Y que te guardes los besos que lleven mi nombre para... para cuando volvamos a vernos, sea donde sea.

Ahora ya somos libres.
El mar y tú me haréis eterna.

*Este escrito no es real, la foto sí. Podéis leer la historia de Jennifer aquí

En coma

 

Schumann - Dreaming Op. 15

Buscaba entre las páginas de mis libretas uno de mis relatos inéditos. En él, un escritor se queda en coma, sentado, mientras una repentina ráfaga de viento barre servilletas, cucharillas y platos de las mesas de una terraza de un café cualquiera. Ocurre en una tarde de otoño, como la de hoy.

Y bajo el coma sueña recordando que tropezó con una mujer al salir de una librería. Y ya no sé qué ocurre después, creo que hay algún salto en el tiempo con ambos, la mujer y él, de protagonistas, saltos de esos que los cineastas americanos llaman flashback y flashforward, y que a mí me gusta tanto emplear en algunas cosas que escribo y que se asemejan más a escenas de películas en blanco y negro que a historias escritas con el olor del papel viejo.

No encontré el puñetero relato, ni siquiera recuerdo qué título le puse, pero sí que lo dejé escrito en dos o tres cuadernos, porque escribía a ratos, y debe estar troceado en varias partes, desperdigado, completamente sucio y desmembrado, como la vida de ese hombre, como la de muchos. 

No encontré el maldito relato pero entre los pliegues de unas hojas dormía uno de tus cabellos. Quizás lo dejaste caer a propósito, maldita.

Guardaba el olor de tu nuca en las noches de invierno.


* Más en el primer comentario del post
** Gracias a Marta Pérez por su excelente fotografía